En los últimos años, la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) como un nuevo estadio de la revolución tecnológica causó una gran sorpresa, tanto como su rápida y permanente evolución. Y el debate sobre la profundidad del impacto que puede generar en las distintas actividades de la humanidad está abierto, con una lista de beneficios por un lado y con otra que advierte sobre sus eventuales consecuencias negativas, como por ejemplo en el mercado laboral.

El decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la UCES, Lic. Gustavo Adamovsky, visitó la semana pasada la ciudad de Rafaela para participar del acto de colación de graduados de esa casa de altos estudios. Marketing, Dirección de Negocios y Comercio Exterior son las licenciaturas que funcionan bajo el paraguas de esta facultad.

Como especialista en negocios, finanzas y economía, Adamovsky, afirmó que “en el mundo empresarial, el domingo de la inteligencia artificial es una habilidad cada vez más demandada”. “Hay una investigación que se hizo a principios de año por parte de Microsoft y LinkedIn a tomadores de decisiones, líderes y muchos de los que contratan a los jóvenes que entran al mercado laboral. Cerca del 70% de esas personas dijeron que preferían tomar a alguien con menor experiencia, pero con conocimiento de inteligencia artificial que a alguien con mayor experiencia, pero sin conocimiento de inteligencia artificial. O sea que la inteligencia artificial va a atravesar todo tipo de empresas, en algún momento hay algunas que hoy no la utilizan, pero la van a incorporar”, sostuvo.

Para Adamovsky, la rapidez con que avanza la IA es un factor a tener en cuenta. “Lo que nosotros hoy conocemos como IA, dentro de dos años va a ser totalmente diferente. O sea, sufre una actualización a una velocidad tan impresionante que muchas de las falencias que está teniendo seguramente van a estar resueltas. Por lo tanto, hay que estar muy atento y hay que actualizarse todo el tiempo”, consideró.

“Muy pronto seguro van a tener acceso a una guía que hemos desarrollado en UCES junto a más de 140 universidades de 48 países. Es una guía del uso de la inteligencia artificial para estudiantes y profesores. Desde lo académico, hay un desafío por parte del docente, porque obligatoriamente tiene que cambiar su metodología de enseñanza Y de evaluación, y a veces cuesta, el cambio cuesta. Eso requiere de preparación, de apertura mental, pero es sumamente útil la inteligencia artificial, no solamente para que la use el alumno, sino también para que la utilice el docente. Y en eso es donde nosotros queremos estar haciendo hincapié en entrenarlos y capacitarlos”.

Asimismo, aseguró que “aquel profesional que trabaja en forma independiente o dentro de una empresa, en áreas de negocios o marketing no le va a queda otra alternativa que estar al tanto sobre el avance de la IA, va a tener que hacer un aprendizaje continuo”.

-No está claro cuántos puestos de trabajo va a eliminar la inteligencia artificial, cuántos va a transformar y cuántos va a crear.

-No, no, si yo me baso en la historia, en todas las revoluciones industriales siempre se sostuvo el empleo. Se temió, cuando se acercaban, que iba a dejar mucha gente en la calle. Y en las etapas posteriores a la revolución industrial hubo más trabajo. Obviamente hay puestos de trabajo que desaparecen, en este contexto, más que nada, aquellos que son fácilmente automatizables con la inteligencia artificial. Pero hay otros tantos que se crean. De hecho, en los países donde mayor utilización de inteligencia artificial hay, en la actualidad hay pleno empleo. No porque la inteligencia artificial los genere, sino, lo que quiero señalar es que la inteligencia artificial no restó puestos de trabajo. Seguramente sí hubo un reacomodamiento.

-En Rafaela hay un polo industrial, con empresas grandes y otras pymes que en algunos casos son actores centrales en sus sectores. ¿Qué tienen que hacer?

-Prestarle mucha atención a la IA. Hay que separar lo que es inteligencia artificial generativa, que es la que genera textos, imágenes o videos, de las otras que son enjauladas, que me sirven para algo en particular, para hacer un análisis y encontrar patrones, como la que utiliza Netflix para recomendarte la película o Google Maps para decirte cómo tenés que ir de un lugar al otro. Eso es una inteligencia artificial. Pero las empresas deben aprovechar las ventajas que una IA pueda darle en sus procesos productivos, administrativos o estratégicos para evitar quedar rezagadas en el mercado. Ahora bien, cuando esa densidad sea altísima y todas las empresas tengan inteligencia artificial, otra vez, la diferenciación la vamos a marcar los humanos. ¿Por qué? Porque todos van a tener acceso a las mismas herramientas. Todos van a saber usar las mismas herramientas. Pero las capacidades que tenemos los humanos, más que nada en habilidades blandas como toma de decisiones, resolución de problemas, liderazgo, trabajo en equipo, comunicación y otras tantas más va a marcar la diferencia, porque la inteligencia artificial no las tiene.

-Argentina está, pareciera, en un momento bisagra, con un gobierno que busca un cambio de magnitud. ¿Qué análisis hace desde su perspectiva?

-Estamos ante un gobierno, digamos, pro empresa. Hay más posibilidades con empresas que manifiestan su intención de invertir, de instalarse. Con empresas que apuestan a crecer en el futuro. Desde nuestra perspectiva como universidad, en todas las sedes donde tenemos presencia, que son 16 (Buenos Aires, Rafaela, San Francisco, Santa Fe, Venado Tuerto, Resistencia, Jujuy, Tierra del Fuego, entre otras ciudades), no advertimos problemas que impidan a nuestros alumnos y graduados acceder a un empleo. Incluso por el régimen de pasantías, ya están trabajando antes de que terminen la carrera, nosotros tenemos convenios con muchas empresas, y a través del régimen de pasantías, en tercer, cuarto año, todo aquel que quiere trabajar, lo puede hacer. Y tenemos egresados de hace mucho tiempo ocupando cargos muy importantes en empresas reconocidas. Así que, desde ese punto de vista, desde lo empresarial no veo alguna dificultad, sino al contrario, creo que hoy en día nos favorece.