Almuerzo de Trabajo – Cámaras Empresariales

Al finalizar el “viento de cola”, empresarios de diversos sectores productivos demandaron al gobierno modificaciones en el tipo de cambio, una merma del precio de los combustibles y una disminución de la carga fiscal, entre otras medidas.

El miércoles 24, los titulares de  de la Cámara Uruguaya de la Construcción (Ignacio Otegui), de la Cámara de Industrias (Washington Corallo), de la Cámara Mercantil de Productos del País (Pedro Otegui) y de la Asociación Rural (Ricardo Reilly) coincidieron en que se ha desacelerado la economía del país, lo cual llevó a la perdida de miles de puestos de trabajo sobre todo en dos sectores: industria y construcción. De todas formas, los empresarios aclararon que el país aún está lejos de padecer una crisis económica.

En el Almuerzo realizado bajo el título “Las empresas en el nuevo contexto, regional e internacional: visión, necesidades y propuestas”, Corallo dijo que la industria perdió unos 10.000 puestos de trabajo en los últimos tres años y destacó que, aunque los mismos fueron absorbidos por otros sectores, la remuneración que perciben esos trabajadores es más baja que en el sector fabril.

“El tipo de cambio ha tenido un deslizamiento que es favorable y positivo, pero en los últimos tiempos se ha enlentecido. En la medida en que ese tipo de cambio no recupere el ritmo, eso seguirá pesando en la competitividad como una herramienta inmediata”, expresó Corallo.

 

Otegui, presidente de la Cámara de la Construcción, se refirió a la necesidad de que el gobierno abra nuevos mercados para los productos uruguayos y no se cierre a ningún acuerdo comercial.

A juicio de Otegui, es necesario “mejorar la inserción internacional del comercio exterior, tanto de bienes como de servicios. Si Uruguay no crece hacia afuera y se inserta en el mundo no vamos a poder dar trabajo y buenas condiciones de vida”.

Al igual que Corallo, Otegui también se explayó sobre las pérdidas de fuentes de trabajo en el sector. Agregó que la caída de la actividad iniciada en 2014 y que continuará hasta mediados de 2015 generó perdidas de 11.000 a 13.000 puestos de trabajo.

 

Reilly, titular de la Asociación Rural del Uruguay, se quejó de los altos precios de los combustibles y del tipo de cambio, lo cual hacer perder competitividad al sector.

Para Otegui, el dólar debería estar en este momento entre $ 30 y $ 32 para estar más alineados con las canastas de monedas de los países con los que se negocia.

Tambien cuestinó que los impuestos al sector aumentaron un 300% en un poco más de una década y sostuvo que, desde 2011 a la fecha, los tributos se duplicaron.

Reilly dijo que los impuestos a la tierra generarán desestímulo a la inversión en el campo. Enseguida agregó: “En algún momento va a entrar a pesar” esa carga tributaria en la producción.

Otegui recordó: “La principal fuente de actividad del país proviene del agro. Si el campo sufre, sufrimos todos. La producción y la exportación son tomadores de precios del mercado internacional. Si el dólar baja sufre la producción y sufre a industria agroexportadora”.