La nueva marca de cuidado de la piel MONO quiere que las personas compren solo una botella de su suero prebiótico. Y luego que usen la misma botella para siempre.

Al realizar el primer pedido, los clientes reciben una botella vacía y una pastilla o tableta. Después de agregar agua, cada tableta rinde 50 ml de solución. La gama de MONO incluye actualmente un limpiador, tónico, suero, humectante, desodorante, bruma corporal y limpiador de esterillas de yoga.

La marca de belleza con sede en Hong Kong no es la primera en ofrecer recargables, pero la mayoría de las soluciones existentes consisten en cartuchos de plástico, versiones livianas de los frascos originales o bolsas llenas de líquidos. Quitar el agua significa menos camiones en las carreteras y menos embalaje. Las pastillas de MONO vienen envueltas en aluminio y se envían en sobres de papel sin plástico.

Además de sus credenciales ecológicas en el frente del empaque, los productos de MONO también son 100% naturales, veganos y no probados en animales. Se fabrican en Bélgica y se envían a EE. UU., Europa, Reino Unido, SEA, Hong Kong, Japón y Australia.

La fundadora Laurie Mias no se detiene en lo directo al consumidor: “También pienso en el papel que las empresas como hoteles y restaurantes están jugando en el juego de las recargas; después de todo, obtienen muchos más productos que el resto de las empresas. Por esa razón, también lanzaremos nuestras tabletas para el cuidado del cuerpo y el cabello como soluciones recargables para las comodidades del hotel”.

IR EN EL SENTIDO DE LA TENDENCIA

El empaque representa poco más del 40% del uso total de plástico , y la industria de la belleza es un gran infractor, ya que a menudo vende pequeñas cantidades de líquidos en botellas y frascos de gran tamaño. Las recargas diluibles y solubles son una solución inteligente y una que los consumidores conscientes del medio ambiente están comenzando a buscar.

Un desafío al que se enfrentan MONO y otras marcas de cuidado de la piel es que la gente realmente disfruta experimentando, siempre en busca de sus productos del santo grial. Pero incluso si reemplazan solo un elemento de su rutina con una alternativa de desperdicio mínimo, ese es un paso en la dirección correcta.

Los consumidores que no se dejan influir por las preocupaciones ambientales podrían quedar convencidos con una nueva investigación que indica que los plásticos liberan muchas más sustancias químicas tóxicas a lo largo de su ciclo de vida de lo que se pensaba anteriormente.

Artículo cortesía de Trendwatching