Informe del BID. Aprendiendo juntos para avanzar en la transformación digital de MIPYMEs: el caso de Uruguay
El Programa de Transformación Digital de MIPYMEs, el primero de su clase en Uruguay, recoge varias lecciones que hemos aprendido, como Grupo BID en conjunto con nuestras contrapartes, en los países de la región durante los últimos años.
La Agencia Nacional de Desarrollo de Uruguay (ANDE) en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo ha preparado la operación de préstamo para el Programa de Transformación Digital de MIPYMEs que tiene como objetivo acompañar a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMEs) en el proceso de digitalización.
El COVID-19 y la digitalización
La pandemia puso de manifiesto que, en nuestro mundo cada vez más digitalizado, contar con procesos y canales digitales es una necesidad para la supervivencia de las empresas, sobre todo las más pequeñas en los lugares más remotos. En este contexto las empresas se dieron cuenta de que el camino que debían seguir estaba vinculado a la adopción, entre otros, de nuevos modelos de negocios digitales, el aumento del uso del comercio electrónico y las plataformas virtuales de formación.
Uruguay y la transformación digital
Uruguay se ubica en la posición 26 entre 193 países en el índice de gobierno digital de Naciones Unidas de 2020 y la ciudadanía en general muestra muy altas habilidades en el manejo de las tecnologías de la información y la comunicación, mientras que la situación de la transformación digital (TD) de las empresas uruguayas en comparación con sus pares de la región es mucho menos alentadora.
Situaciones que enfrentan las MIPYMEs
Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMEs) que decidieron embarcarse en la ruta digital han tenido que enfrentar grandes limitantes, desde la falta de información y conocimiento sobre cómo aprovechar estas tecnologías, pasando por la elección de las mejores aplicaciones para su negocio, hasta la falta de recursos para financiar proyectos de transformación digital adaptados a sus necesidades.
A nivel global, los gobiernos están viendo este creciente interés por lo digital como una oportunidad para impulsar la competitividad empresarial. Los apoyos iniciales para facilitar la supervivencia de empresas durante la pandemia, a través del uso de herramientas digitales, están dando paso a programas más ambiciosos de transformación digital.
Estas nuevos programas buscan mejorar de manera radical el desempeño empresarial a través de mejoras en los procesos internos, la relación con clientes y proveedores, la actualización de modelos de negocio basados en tecnologías digitales y el upskilling del talento.
Programa de Transformación Digital de MIPYMEs
Con el fin de contribuir a mejorar el desempeño de las empresas de menor tamaño a través de la adopción de tecnologías digitales, en los últimos meses hemos estado trabajando con la Agencia Nacional de Desarrollo de Uruguay (ANDE) en el diseño del Programa de Transformación Digital de MIPYMEs. Este programa cuenta con una financiación de US$15 millones aprobado el pasado miércoles 30 de junio por el Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
10 lecciones aprendidas e implementadas
El Programa de Transformación Digital de MIPYMEs, el primero de su clase en Uruguay, recoge varias lecciones que hemos aprendido, como Grupo BID en conjunto con nuestras contrapartes, en los países de la región durante los últimos años.
Les presentamos nuestro top 10:
#1: El financiamiento por sí solo no es suficiente
Muchas MIPYMEs tienen escasa información y conocimiento sobre los beneficios de la digitalización, por lo cual el programa hace una apuesta fuerte sobre actividades de sensibilización diseñadas para cubrir a todo el territorio, ofertas de capacitación digital inclusivas y, por último, acceso a información transparente y de calidad a través de una sola plataforma administrada por ANDE.
#2: No hay recetas únicas
Sin duda, las MIPYMEs enfrentan retos comunes, pero la clave está en entender que cada empresa tiene su contexto y en no dejar que la búsqueda de escala repercuta en el análisis de las distintas necesidades. Es por eso que el programa incorpora un autodiagnóstico a través de la herramienta, Chequeo Digital, con el objetivo de que las MIPYMEs podrán conocer su madurez digital y recibir recomendaciones de acuerdo a sus resultados.
#3: Gratis no siempre es mejor
En un momento de enorme presión económica para las empresas, podría pensarse que los programas de apoyo no deben implicar costos financieros para las MIPYMEs, pero la evidencia internacional muestra que un requisito de cofinanciamiento frecuentemente obtiene mejores resultados. Es por eso que el programa, en sus intervenciones de Aportes No Reembolsables (ANR), pone énfasis en una sencilla ejecución, pero sí requerirá un aporte porcentual por parte de la empresa para asegurar que esta se empodere del proceso.
#4: La importancia del talento digital
Tener las competencias digitales es indispensable para poder encarar exitosamente procesos de transformación digital, pero las MIPYMEs enfrentan serias brechas al respecto. El programa busca incrementar las capacidades digitales de los gerentes y trabajadores de las MIPYMEs articulando la oferta de formación de proveedores que ya operan en el mercado y buscando masificarlos a través de plataformas con socios clave, como el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, INEFOP.
#5: La clave está en un enfoque integral
El reto de la transformación digital de MIPYMEs es un tema complejo, con necesidad de intervenciones tanto por el lado de la demanda como el de la oferta. Gracias a su fuerte sector TIC, Uruguay se encuentra en una situación favorable para impulsar la adopción digital de sus sectores productivos, pero la articulación entre necesidades de MIPYMEs y la oferta del sector privado no se da por sí misma. Es por eso que el programa prevé fortalecer el ecosistema para así promover una oferta articulada de servicios de apoyo a empresas a través de nuevas redes de apoyo, así como el financiamiento del desarrollo de soluciones dirigidas a facilitar la transformación digital de las MIPYMEs.
#6: Las brechas no son las mismas para todos
A pesar de las oportunidades que brinda la TD, el acceso, uso y apropiación de sus beneficios no están equitativamente balanceados. Se requiere más información estadística al respecto, pero los números disponibles claramente muestran que las brechas son mayores para MIPYMEs en el interior del país y aquellas lideradas por mujeres, que en promedio son las más pequeñas las más desfavorecidas. El programa tiene un expreso propósito de llegada a todo el territorio y se basará en una estrategia transversal de género con algunas actividades diseñadas explícitamente para ciertos grupos de MIPYMEs más desfavorecidas.
#7: La transformación digital va mucho más allá de adquirir un software
La transformación digital de una empresa significa un diagnóstico inicial de su situación, la construcción de una hoja de ruta (o plan de transformación digital), el rediseño de operaciones y procesos, la adquisición de nuevas competencias o habilidades, un proceso de gestión del cambio y también la adquisición de software y hardware. En este sentido, el programa con ANDE dispondrá de una serie de incentivos (ANRs o vouchers) que apoyarán a las empresas en todo este proceso de transición.
#8: Todo funciona mejor si alguien lleva la batuta
Asimetrías de información y una demanda dispersa y poco articulada son sólo dos aspectos que explican el rol importante que tiene la política pública. Y, tratándose de una cancha con muchos actores, el proceso funciona mejor si la coordinación y articulación se hace a través de una sola institución. ANDE, cuyo objetivo es promover el desarrollo productivo del país, calza perfecta con ese rol.
#9: Escalar lo ya avanzado
Si bien este es el primer programa de esta naturaleza y alcance en Uruguay, hay mucha experiencia local e internacional que se ha podido volcar en el diseño del programa. A nivel nacional, este programa es una experiencia concreta para escalar instrumentos, metodologías y extraer lecciones aprendidas que, a nivel de experimentos prácticos, el BID Lab ha desplegado en Uruguay en el laboratorio para la innovación digital en logística, a los que se suman los vouchers al sector creativo o los programas de formación de jóvenes en habilidades digitales. De igual manera, se necesitan los programas de más largo plazo de innovación y formación de instituciones uruguayas como la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP) o la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI).
#10: Todavía queda mucho por aprender
Si bien como Grupo BID hemos generado muchas lecciones junto a nuestras contrapartes, está claro que aún queda mucho por aprender. La transformación digital no es una operación concreta sino un proceso constante. A medida que la tecnología avance surgirán nuevas oportunidades para las empresas, pero también para nosotros, que estamos aquí para apoyarlas y acompañarlas en esa trayectoria.
En el marco del programa se han creado varios espacios para probar nuevas ideas y seguir aprendiendo juntos, en particular a través de pilotos que permitan experimentar con distintos enfoques para promover la adopción de tecnologías y para probar intervenciones que faciliten el acceso a crédito de las MIPYME para la Transformación Digital. Desde el Banco la transformación digital de MIPYME es una prioridad incluida en la nueva Estrategia Visión 2025, y seguiremos acompañando a Uruguay y a los demás países de la región en esta importante transición.
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