Fábrica – Nuevo Espacio cultural y Think Tank
¿Qué es Fábrica?
Fábrica intenta posicionarse como el primer espacio cultural independiente y multipropósito dedicado a las disciplinas del diseño, la arquitectura, el paisaje y el territorio. Su foco de atención, sin embargo, contempla estas disciplinas desde una perspectiva extensiva e integradora, entendiendo que el futuro de la reflexión intradisciplinar está precisamente en el tránsito por sus límites y la complejización de sus alcances y sus temáticas preferentes.
¿Cómo surge y dónde se encuentra?
Fábrica ocupa un antiguo espacio productivo en el barrio Goes, que naciera como industria metalúrgica a mediados del siglo pasado, luego devenida depósito de un negocio dentro del mismo rubro. La sustitución de las tareas de producción por la importación dejó el antiguo galpón en desuso hasta fines del 2016, en que cambió de dueño y comenzó su renovación y cambio de uso. Actualmente este proceso de renovación está terminado, lo que permitirá abrir las puertas en este otoño.
¿Cuáles son sus objetivos generales?
Fábrica apela a diversificar los ámbitos disponibles en el medio para reflexionar y crear conocimiento en torno a las disciplinas que la interpelan, permitiendo dar voz a actores, grupos y proyectos que hoy no consiguen acceder a los canales institucionales de soporte, difusión y acción. Estos canales se encuentran en la actualidad monopolizados por la academia, en particular por una Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo que procesa sus intereses de manera institucional y centralizada, apagando posibles emergencias e intereses temáticos alternativos. El surgimiento de un espacio nuevo e independiente seguramente redunde en una dinamización del medio cultural y en la capacidad de expresiones polifónicas.
¿Cuáles son sus intereses?
Fábrica pretende, desde los saberes del diseño en sentido amplio, la arquitectura, el paisaje y el territorio (muchas veces herméticos y ensimismados), ampliar los campos de actuación y las reflexiones transversales para alcanzar toda clase de disciplinas cercanas, en especial las artísticas y comunicativas. Entre ellas están: artes plásticas, producción audiovisual, cinematografía, diseño gráfico e industrial, lettering y street art, literatura, periodismo, storytelling, danza y artes escénicas,
gestión cultural, sociología y militancia social y, por supuesto, las disciplinas matrices y sus desprendimientos tradicionales.
¿Cómo se estructuran sus líneas de acción?
Fábrica organiza su accionar futuro sobre la diversidad de cinco líneas de acción prioritarias. Estas, además de generar diferentes experiencias de agenciamiento, permiten la concreción de una plataforma abierta, a la cual se pueden acercar gran variedad de propuestas que, mediante la superposición de intereses, mecanismos y participantes, amplían el alcance y proyección del espacio.
Estas líneas de acción se estructuran en torno a cinco sub estructuras de trabajo, cinco ‘fábricas’, que se detallan en la ‘Presentación Conceptual’, Parte B del presente documento.
¿Cómo se gestiona culturalmente?
Fábrica posee dos estructuras organizativas convergentes. En primer lugar la estructura de creación (verdadera ‘Thinking Factory’), que actúa como un órgano de propuesta, deliberación y desarrollo, es la encargada de plantear, cuestionar, intercambiar y estructurar ideas primarias capaces de transformarse en eventos con significación cultural. Este está integrado por una decena de personas provenientes de diferentes disciplinas, muchos de los cuales poseen intereses y formación transversales a varias de las explicitadas en el punto anterior.
En segundo lugar la estructura de gestión, encargada de llevar a la acción los proyectos ideados por la primera, realizando los ajustes que considere correspondientes. Esta estructura está compuesta un par de personas rentadas, con formación diversa, cierta transversalidad en los temas de interés de Fábrica, y vocación de gestión cultural, en cuyo apoyo se encuentra el trabajo de sus directores.
¿Cómo se gestiona materialmente?
Fábrica posee ya cierta diversidad de gestión. Por un lado se gestiona a través de un importante apoyo económico de la organización profesional que la fundó y lidera, la oficina de arquitectura Fábrica de Paisaje. Esta, aun siendo una oficina de porte medio, ha intentado mantener desde su creación en 2007, la proyección cultural con la que naciera, como antídoto contra la siempre presente presión de la labor pragmática en la disciplina. Por otro lado, desde la trayectoria profesional de la oficina se han conseguido un número importante, tanto de patrocinantes generales del espacio, como de auspiciantes de los diferentes proyectos particulares. Finalmente, la labor docente acerca también pasantías y colaboraciones honorarias puntuales que sirven de apoyo para el desarrollo de las distintas propuestas.
Fábrica
Espacio cultural y factoría de pensamiento.
Identikit
El concepto de ‘Fábrica de Ideas’ o ‘Fábrica Pensante’, ‘Thinking Factory’ por su denominación en el idioma de origen, posee una larga (aunque olvidada) historia vinculada a las disciplinas de la creación, el diseño, el territorio y la planificación.
Esta historia (además de olvidada algo difusa) nos permite hoy utilizarlo como disparador, como excusa, para la denominación de este nuevo escenario ‘sui generis’, ámbito pensado para exponer, discutir, imaginar, incubar ideas que alimenten una ‘arena disciplinar’ largamente ralentizada por la pragmática del quehacer cotidiano.
Una ‘arena disciplinar’ que se entiende inclusiva, extendida, integrada por los antiguos saberes de la arquitectura, el urbanismo, la planificación; pero también por los nacientes del paisajismo, el diseño en sentido amplio, y, sobre todas las cosas, los de aquellas disciplinas artísticas y sociales siempre tangenciales a la práctica protocolizada de los primeros.
Esta ‘nueva fábrica’ es hoy, ni más ni menos, que un relato inacabado que se pretende construir colectivamente desde la interacción y la participación, sustentada de manera preliminar en unas pocas pistas que pretenden servir como portales de acceso:
1:
Lo que se ha perdido en el tiempo
Las enseñanzas dejadas por la Segunda Guerra Mundial, y la ‘aceleración de la historia’ que se precipita luego de ella, generan que algunos pensadores comiencen a reconocer que los sucesos se desencadenan antes de poder ser planificados, y que la innovación tecnológica incorpora desafíos novedosos que no pueden ser previstos mediante la simple inspección histórica reciente. El futuro así entendido, comienza a formar parte de una línea de tiempo de amplia proyección y está articulado sobre la sucesión de eventos, pasados y presentes, sobre los cuales el individuo tiene (si bien en grado variable) poder de decisión.
Los ‘estudios del futuro’, aun teniendo antecedentes en la figura de H. G. Wells (1866-1946) y el sociólogo W. F. Ogburn (1886-1959), encontrarán en la década del cuarenta del pasado siglo el episodio fundamental que dará comienzo al desarrollo de la vertiente americana del futuro planificado, la creación de la primera ‘Thinking Factory’ o ‘Think Tank’.
Impulsada por iniciativa del militar estadounidense H. H. Arnold (1886-1950), fue creada para asegurar una continuidad del trabajo en equipo entre las agencias militares y gubernamentales, la industria y la academia, con el objetivo de fomentar la investigación y el desarrollo como manera de garantizar la seguridad nacional. Dicho emprendimiento, denominado ‘Rand Project’ comenzaría a funcionar en octubre de 1945, tomando ya en 1948 estatus de organización no gubernamental sin fines de lucro, bajo el nombre de ‘Rand Foundation’. En dicha organización, a comienzos de la década del cincuenta, Herman Kahn (1922-1983) acuñaría el término ‘scenario’ para denominar una metodología utilizada por él para describir el futuro mediante narraciones, supuestamente escritas por individuos desde ese futuro. Como se desprende de esta cuestión la fuerte apoyatura cuantitativa de los métodos preexistentes, daría en este momento un paso importante hacia lo cualitativo, en particular desde la apertura imaginativa.
2:
Los engranajes de la imaginación
Este espíritu es el que pretende reencarnar la Fábrica, trasladando el foco de la reflexión disciplinar de los temas técnicos y cientificistas reinantes en las prácticas protocolizadas a los tópicos creativos e imaginativos, verdadero sustento del arco disciplinar que nos convoca.
Los engranajes de esta construcción imaginativa se despliegan en cinco líneas de acción, cada una de las cuales posee características distintivas, así como diferentes generadores, destinatarios, operadores y actores. Cada una de ellas constituye, a su vez, una particular fábrica de intangibles:
2.1: Fábrica de Ideas:
Pretende ser un mecanismo de incubación y aceleración de ideas innovadoras mediante la captación de talentos (individuales o colectivos), a los que se apoyará mediante la provisión de tutorías teórico – prácticas y la facilitación de un soporte infraestructural donde crecer y desarrollarse a través de la creación dentro de la disciplina.
Alberga, en principio, dos variantes: la incubadora propiamente dicha, y un programa de becas (residencias y fellowships) destinado a jóvenes creadores.
2.2: Fábrica de Conocimiento:
De carácter más extensivo que la primera, intenta ser una estructura que genere y acoja eventos de capacitación y formación, que extienda y difunda las experiencias transformadoras (las locales y regionales fundamentalmente) a un contexto disciplinar más amplio. Esta línea de acción articulará diferentes variantes, desde seminarios de duración media a ciclos de conferencias temáticas, de cara a convertirse en una futura ‘Escuela de la Periferia’
2.3: Fábrica de Patrimonio:
Esta línea de acción intenta visibilizar el carácter dinámico y reproductible del patrimonio, y como la difusión y socialización de determinados activos (tangibles o intangibles), contribuyen a la formalización y defensa de un acervo colectivo. Para ello, esta estructura desarrollará eventos de exposición (físicos) y documentos expositivos (virtuales), que comuniquen valores disciplinares aún poco reconocidos o valorados.
2.4: Fábrica de Imaginación:
Pretende funcionar como plataforma de organización de eventos que permitan la confrontación de ideas de cara a la búsqueda de soluciones a requerimientos concretos, así como guiar la concreción futura de los productos imaginados. Dentro de una extensa gama de alternativas, esta línea de acción organizará concursos, proyectos colaborativos, etc.
2.5: Fábrica Andante:
Una entidad como la aquí pensada, debe además estar en movimiento, trasladarse, caminar hacia los lugares en que la interacción social lo requiera. Así, esta línea de trabajo se piensa como un mecanismo de acción directa en el sitio, basada en la labor y la reflexión participativa.
3:
Germinan ideas, nacen máquinas, vuelan pájaros
Como lo anuncian las anteriores líneas de acción, la Fábrica se piensa como una plataforma de acción multipropósito, enfocada en el desarrollo mediante la cooperación e interacción de talentos. Así, a la búsqueda, aliento, creación y difusión de ideas se le suma la transformación de dichas ideas en episodios concretos (materiales o eventuales) y su liberación final, de manera de articular una historia inicial de la creación que será completada por la apropiación social colectiva.