La competencia en prácticamente cualquier mercado suele ser encarnizada. No hay negocio seguro hoy en día, por lo que los lanzamientos suelen integrar la mayor cantidad de bombos y platillos posible con tal de atraer las miradas de los posibles consumidores, sin embargo, ¿qué pasaría si las marcas guardaran silencio total sobre lo que traen bajo la manga?

Las redes sociales, los blogs y las plataformas de video en particular, han creado un fenómeno que beneficia enormemente a las marcas. Ahora el consumidor común tiene la capacidad de convertir su punto de vista en un contenido para consulta de posibles consumidores que buscan mayor información sobre el posible producto que desean adquirir.

Esto en cierta forma podría interpretarse como un inconveniente, cuando el producto en cuestión cuenta con algún defecto:

No obstante, cuando el caso es el contrario, el resultado podría ser sumamente benéfico.

¿Qué sentiría el consumidor si encima de todas las características y ventajas del producto que ha comprado, encuentra una sorpresa, un huevo de pascua? Sin duda se sentiría inmensamente feliz.

Algo por el estilo ocurrió hace algunas semanas, cuando los análisis sobre el nuevo iPhone de Apple comenzaron a inundar la red: se descubrió que este dispositivo es resistente al agua.

La resistencia al agua como tal no es para nada una novedad en otros gadgets, pero sí lo es para los seguidores de la marca de la manzana.

Si Apple hubiese anunciado esta novedad junto con con el resto, seguramente habría causado un menor impacto al que logró causar cuando los consumidores comenzaron a descubrirlo por sí solos, ya que de esta forma logró generar especulaciones y una gran cantidad de reviews al respecto.

Ahora Sony podría estar siguiendo los pasos de Apple, ya que desde el día de hoy han comenzado a surgir rumores sobre la posible integración de la retrocompatibilidad con juegos de PS2 en la actual consola PS4, algo que no ha sido siquiera insinuado por parte del gigante japonés y que sin embargo parece ser una realidad.

¿Podrá convertirse el silencio en la siguiente gran tendencia en marketing?