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Fortalezas y debilidades de Uruguay en el entorno económico y político se analizó en Desayuno ADM

No importa mucho quién gane las elecciones, importa conservar la posibilidad de decidir”. Apenas 33 años después que Uruguay recuperó la democracia, dos politólogos coincidieron este jueves en señalar que la principal preocupación para los uruguayos y para el sistema político debe ser la caída en el interés por la política y del apoyo a la democracia. Un país que durante años se jactó de ser una democracia modelo con un sistema de partidos fuerte, comienza a ver luces de alerta.

Adolfo Garcé e Ignacio Zuasnabar plantearon los desafíos que tiene el sistema político de cara a los próximos años y advirtieron por la caída del apoyo a la democracia. Desde la década del 90´al 2017 el apoyo a la democracia cayó 10% (llegó al 70%) y en 2018 la caída es aún más pronunciada, según datos Latinbarómetro manejados por Zuasnabar.

“Si uno suma los uruguayos que dicen yo prefiero un gobierno autoritario a uno democrático o que dicen ´a mí me da lo mismo si hay democracia o autoritarismo siempre y cuando me resuelvan los problemas´ eso ya suma más del 30%”, explicó Zuasnabar en el Desayuno de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM) denominado Shock sin ancla: Perspectivas 2019.

Además, según explicó, 2018 es el año con el menor apoyo al liderazgo político (32%) desde que volvió la democracia y hay que remontarse a fines de los 60 para encontrar niveles similares. La política, en tanto, cada vez le interesa menos a los uruguayos y, en muchos casos, les genera enojo. “El vínculo entre el ciudadano y el político no está presentando para nada síntomas positivos”, apuntó el politólogo.

En ese contexto, el director de Equipos Consultores mencionó las declaraciones del presidente de la Junta Departamental de Tacuarembó, Felipe Bruno, como un ejemplo de un “discurso que empieza a emerger en nuestra sociedad”.  Bruno dijo a principios de agosto que “Tal vez debería volver la dictadura otra vez, para que los sabandijas se terminen de una vez”, en referencia al frente Amplio.

Para 2020, el sistema político deberá enfrentar una serie de desafíos y de reformas que requieran un enorme consenso público que será difícil de conseguir en un contexto de liderazgo políticos debilitados, de una dinámica política de mucha agresión y de una representación política cuestionada, según Zuasnabar.

Garcé, por su parte, pidió “tomarse en serio los desafíos de la democracia en Uruguay” porque hay “demasiado ruido” y mencionó el movimiento de los productores autoconvocados Un Solo Uruguay como un “debilitamiento de los partidos””. “Que haya sociedad civil activa por fuera de los partidos está bien, pero que se debiliten los partidos no”, apuntó. También señaló este diferendo entre los militares y el Poder Ejecutivo como “muy preocupante” y aseguró que faltó “Liderazgo político” para tomar el tema con un “pacto entre partidos”.

Al referirse a la competencia electoral, los dos politólogos coincidieron en que la incertidumbre es la palabra que define este ciclo electoral. El Frente Amplio tiene amenazada su continuidad en el poder pero la oposición no logra reunir los consensos necesarios para gobernar.

Para Garcé las elecciones de 2019 son las de mayor incertidumbre desde 1994 a la fecha ya que tanto en las elecciones de 1999 como en las siguientes era fácil pronosticar un ganador.

Para graficar la incertidumbre que presenta esta elección Zuasnabar presentó los datos que marcan la posición del oficialismo y de la oposición de cara a octubre de 2019. En 2013, un año antes de las elecciones, las encuestas le daban un 43% de intención de voto al oficialismo mientras que en 2008 era de 41% y en 2003 de 47%. Hay que remontarse a 1998 (33%), un año antes a la última elección que el Frente Amplio perdió, para encontrar números similares a los actuales (31%).

El economista Gabriel Oddone, quien también participó como disertante en el Desayuno ADM aseguró que Uruguay “no está expuesto” a lo que pasa en Argentina pero tampoco es “inmune”. “Nuestra actividad se va a ver resentida pero si bien hay riesgo de estancamiento no es muy probable”, dijo durante el evento.

Y para justificar su afirmación, Oddone detalló las fortalezas que tiene la economía uruguaya respecto a la argentina y en comparación a la situación que el país vivía en los años previos a la crisis del 2002. “Hemos hecho un conjunto de cosas como sociedad en los últimos 15 años que nos dejan mejor parados”, apuntó.

Nota cortesía El Observador

Descargar presentación Adolfo Garcé

Descargar Presentación Gabriel Oddone

Descargar Presentación Ignacio Zuasnabar